Fue el mayor de 6 hermanos, y nació el 30 de marzo de 1853. No le correspondía ser el mayor, porque hubo un primer Vincent Van Gogh, su hermano, fallecido curiosamente el mismo día pero un año atrás. Le pusieron el mismo nombre y esto marcó terriblemente la existencia de Vincent. El primer paisaje que le obligaron a ver fue el de la tumba de su hermano fallecido, siempre estuvo presente en su vida, y en su presunta locura llegó a imaginar que en esa  tumba bien podían haber cabido los dos.

En sus inicios pintaba a modelos que posaban para él, pero por problemas económicos tuvo que continuar su carrera haciendo autorretratos y dibujando paisaje empezó a pintar cuando tenía 27 o 28 años, pero su obra consta de cerca de 900 cuadros —una media de dos por semana— que realizó en menos de diez años, antes de su muerte a los 37.

Solo con su hermano pequeño Theo mantuvo una relación inquebrantable. Él fue el único que se mantuvo a su lado, le apoyó económicamente y trató de comprenderle cuando todo el mundo le daba la espalda por considerarle un fracasado.

A pesar de su prolífica obra, solo consiguió vender uno de sus cuadros en vida “El viñedo rojo” y su fama únicamente empezó a crecer una vez muerto. Su obra más reconocida, “La Noche Estrellada”, la pintó estando en un asilo para personas con problemas mentales, situado en Saint-Rémy-de-Provence (Francia).

Van Gogh murió por una bala en el estómago, no se sabe si por un suicidio u homicidio involuntario, Fue una persona muy incomprendida incluso por los médicos, quienes nunca supieron con certeza qué diagnosticarle, pese a que se rumoraba que sufría de esquizofrenia, tenía síntomas de epilepsia, depresión clínica, sífilis, entre otras enfermedades. Su existencia estuvo marcada por la depresión y los fuertes estados de angustia.

Cómo perdió su oreja sigue siendo un misterio sin resolver, pero la principal hipótesis apunta a que él mismo se la cortó accidentalmente durante una pelea con su amigo Paul Gauguin.

« He puesto mi corazón y mi alma en mi trabajo, y he perdido mi mente en el proceso. »

« No puedo cambiar el hecho de que mis cuadros no se vendan. Sin embargo, el tiempo hará que la gente reconozca que mis cuadros valen más que el valor de las pinturas utilizadas en él. »

El cuadro más caro de Van Gogh es el Retrato de Dr Gachet, que se vendió por 82,5 millones de dólares (65,8 millones de euros). El cuadro se vendió en 1990 al japonés Ryoei Saito.

 

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